Ideal.24-09.08
El congreso provincial que celebró el PSOE en el mes de julio traía anunciada de antemano la reelección de Francisco Álvarez de la Chica al frente de los socialistas granadinos. Como por ese lado no había incertidumbre, el cónclave se convirtió más bien en una catarsis interna -en una autoflagelación según se mire- donde el PSOE expió sus culpas por llevar veinte años sin ganar unas elecciones municipales en la capital.
Álvarez de la Chica no fue para nada tibio en su discurso: «No queremos más gente que pruebe suerte y si no sale bien, busque otros espacios más confortables o mejor pagados. La próxima gente que aspire a representar al PSOE deberá tener claro que habrá que conseguir el bastón de mando cueste el tiempo que cueste y habrá que aguantar y trabajar duro hasta merecerlo».
Muchos pensaron en Javier Torres Vela y en su dimisión en el mes de mayo. Pero las palabras del secretario provincial también iban por otros. Para ser más preciso, incluso aludían más a otros que a Torres Vela.
Desde la marcha de Javier -o desde el mismo día del fracaso de las municipales- la cúpula socialista sabía que tenía que renovar el cuadro de mando en la capital y espabilar un partido que había perdido el contacto con los vecinos y su capacidad de movilización.
Primeros movimientos.
Álvarez de la Chica provocó en julio los dos primeros movimientos. Creó una secretaría de Ciudades y se la entregó al ex concejal José Antonio Aparicio. Su encargo, a grandes rasgos, era el de poner a la gente firme. El segundo gesto fue más discreto pero también importante: metió al joven delegado de la Junta Francisco Cuenca en el núcleo de peso del partido. Sólo faltaba por saber quién asumiría el liderazgo orgánico en la capital, toda vez que desde hace meses se da por hecho que Ángel Gallego no optará a la reelección tras cinco años en el cargo.
La asamblea se celebrará -salvo cambio de agenda- el 25 de octubre. Ayer estaba previsto que saliera una carta dirigida a todos los militantes informando del procedimiento y de los requisitos para poder presentarse como candidato.
Hasta ahora la única que ha dado el paso adelante públicamente ha sido la histórica militante María Izquierdo. Según las fuentes consultadas por este periódico también optará a la secretaría local el concejal José María Rueda.
Sin ser el candidato 'oficialista' -a lo largo de su vida política ha nadado más bien contracorriente- sí que se antoja difícil que el 'aparato' arrope cualquier otra opción contraria a la de Rueda, cuya sintonía tanto con Aparicio como con Cuenca es fluida.
La elección de Rueda solucionaría el divorcio de los últimos años entre el grupo municipal y el partido. Aunque también repartiría el poder entre la actual portavoz en el Ayuntamiento, Carmen García Raya, y un concejal al que Javier Torres Vela le dio el número cinco en su lista. Y el futuro candidato aún está por decidir
.Rueda fue el que se comió el marrón de pilotar un grupo municipal a la deriva tras la marcha en marzo de 2005 de José Moratalla y sus fichajes. Fue el único del remendado equipo de concejales con el que contó Javier Torres Vela para su intentona. Pero Rueda pasó del primer plano a la discreción. Tras la nueva derrota y la reedición de la 'estampida', Rueda recobró protagonismo. Él y García Raya llevan el peso de la experiencia en el grupo municipal.
