viernes, 7 de marzo de 2008




“Lo más amargo ha sido no haber podido lograr el fin de la violencia”





“No hay otra derecha más rancia y crispadora en Europa que el PP"


ENRIC SOPENA
A cuarenta y ocho horas de que comience la jornada electoral, José Luis Rodríguez Zapatero continúa siendo el favorito –según todas las encuestas conocidas- de estos comicios. Pero, ciertamente, nadie debe descartar un vuelco de última hora que permita a Mariano Rajoy alzarse con el titulo, de modo que la derecha por él representada vuelva a gobernar España como lo hizo durante ocho años.
La clave del triunfo depende de la participación masiva en las urnas y de la movilización de la izquierda. La derecha lleva cuatro años ininterrumpidos presionando al Gobierno –con voluntad inequívoca de acoso y derribo- y su fidelidad de voto parece garantizada. Zapatero, sin embargo, ni se achanta ni baja la guardia ante tales circunstancias. Sabe que puede y que debe ganar. Y va a por todas. Tras el éxito desbordante del Sant Jordi barcelonés, el presidente del Gobierno, que aspira legítimamente a repetir mandato y a consolidar y ensanchar sus múltiples iniciativas reformistas, atiende la solicitud de El Plural.
Teniendo en cuenta que lo mejor para un Gobierno es disponer de mayoría absoluta, aunque esté mal vista por buena parte de la opinión pública, de no conseguirla, ¿qué preferiría: una coalición estable con IU, si la aritmética parlamentaria lo permite (Llamazares se ofreció a formar parte de su Gobierno) o pactos puntuales con el resto de fuerzas políticas?
Yo en estas elecciones, lo he dicho muchas veces y lo reitero, opto a que los ciudadanos me otorguen su confianza con un margen suficientemente amplio como para poder gobernar sin condiciones. Todas las encuestas dicen que hay una mayoría de españoles que quieren que yo siga gobernando. Sin embargo, no es suficiente con que lo deseen, hace falta que el domingo vayan a votar para que nuestro país siga avanzando por la senda del progreso económico y social, en lugar de retroceder a la etapa de la crispación, la mentira y los decretazos brutales.
Usted dijo la noche del 14-M que el poder no le iba a cambiar. Y ahora afirma que, en efecto, no le ha cambiado. Pero más allá de usted, ¿es posible que un poder político progresista como es el suyo pueda cambiar la sociedad o ha de conformarse con objetivos más simbólicos que reales?
Claro que se puede cambiar la sociedad. Lo hacemos todos los días. Si de algo me he dado cuenta en estos cuatro años es de que para hacer la mayoría de las cosas, lo único que hace falta es querer hacerlas. .Lo que hemos logrado esta legislatura, la igualdad entre hombres y mujeres, la Ley de Dependencia para atender a quienes no se valen por sí mismos, los 3 millones de puestos de trabajo creados, un crecimiento económico por el que muchos países nos envidian, el superávit histórico de las cuentas públicas, la subida de las pensiones y del salario mínimo, la apuesta por la innovación y el desarrollo tecnológico, la no discriminación e igualdad de derechos para las parejas homosexuales, y tantas y tantas cosas, no tienen, créame, nada de simbólico. Los ciudadanos lo saben y así lo perciben. Todas estas cosas son hechos reales contantes y sonantes. Son logros de todos. Y si hemos sido capaces de hacer todo esto en 4 años ¿por qué no vamos a poder ser ambiciosos y creer que podemos mejorar mucho más aún esta sociedad?. Déjeme que le diga que los ciudadanos no se conforman, ni deben hacerlo, con cuestiones simbólicas. Los ciudadanos quieren hechos; quieren que su Gobierno les haga crecer en bienestar, en derechos, en libertades…Eso es lo que hemos hecho, y eso es lo que vamos a seguir haciendo si el domingo nos dan su confianza mayoritaria.
La mayoría de la población en España vive en la actualidad mucho mejor que hace unos años.Sin embargo, hay gente que pasa muchas dificultades económicas. Esta gente existe pero pasan inadvertidos incluso en campaña electoral y nadie –los socialistas da la impresión que tampoco- parece preocuparse seriamente de ellos.
Le niego la mayor. Puede que a otros no les preocupen los que más dificultades pasan, pero eso es algo de lo que a este Gobierno no se le puede acusar. Y le daré 3 razones que demuestran lo que digo. La primera es que nuestras propuestas fiscales siempre han estado encaminadas a favorecer a las rentas más bajas. En esta legislatura bajamos los impuestos para el 99% de los contribuyentes, y los que más se beneficiaron fueron los asalariados con rentas medias y, especialmente, aquellos que poseen rentas más bajas. Además, le recuerdo que elevamos el mínimo exento de IRPF de 3.400 euros a 5.000 euros, con lo que 7 millones de personas ya no pagan ese impuesto. Pero también hemos elevado, el Salario Mínimo Interprofesional que hemos situado en 600 euros y que elevaremos a 800 en la próxima legislatura. La segunda razón que demuestra que nos preocupa la gente, es la medida que anuncié de rebajar 400 euros del IRPF a trabajadores, pensionistas y autónomos. Déjeme que le diga que con esta medida se beneficiará a 1.300.000 asalariados, y a más de 300.000 pensionistas. Esta legislatura, fíjese, hemos subido las pensiones mínimas un 30% algo que nunca hizo el Gobierno anterior.
Su optimismo es antropológico. Vaticine los logros económicos y sociales de su segunda legislatura. ¿Hasta dónde cree que llegará, si vuelve a ser presidente?
Soy optimista pero lo que le he dicho antes es la pura realidad. Centrándome ya en su pregunta le diré que los retos son muchos e importantes. Ya he dicho que hemos creado tres millones de empleos en esta legislatura, y nos proponemos crear otros dos millones más la próxima, con el objetivo del pleno empleo en el horizonte. Nos proponemos seguir teniendo ese equilibrio presupuestario que nos ha permitido tener las cuentas públicas más saneadas de la historia de la democracia y, de la misma forma, nuestro objetivo es que la economía siga robusteciéndose y cumpliendo con sus previsiones de crecimiento. Respecto a los retos sociales, crear 300.000 plazas de guardería, desarrollar la ley de Dependencia por completo y hacer que de ella se puedan beneficiar todos, y digo todos, también los que viven en comunidades gobernadas por el PP que hasta ahora han impedido la implantación de la Ley, es el objetivo prioritario al que más esfuerzos y recursos pienso dedicar. Además, quiero que este país avance en las políticas de conciliación familiar, en políticas de apoyos a las familias, la mejora de las pensiones y el salario mínimo interprofesional, o la mejora del empleo a las personas discapacitadas. Como ve el reto es ambicioso y a él voy a consagrar la próxima legislatura.
En la cuestión del aborto se han visto en su partido vacilaciones y rectificaciones a medias y sobre la marcha. ¿Por qué tienen tanto miedo a enfrentarse a problemas que no acaban de resolverse en el conjunto de España? Por cierto, ¿cómo se explica que en Navarra no se pueda practicar el aborto cuando ustedes son el soporte del Gobierno de UPN?
No creo que haya habido esas rectificaciones a medias ni esas vacilaciones a las que usted se refiere. Lo que nosotros siempre hemos dicho, y mantenemos, es que es necesario abrir una reflexión para analizar la ley y su aplicación. Hablamos de una ley que lleva en vigor 20 años que, por cierto, no modificó el PP en sus 8 años de Gobierno. Si de esa reflexión se deduce que es necesaria la modificación de la ley, la modificaremos siempre que tengamos un amplio consenso al respecto. Lo que ya hemos hecho es adoptar medidas para garantizar el cumplimiento estricto de la actual ley, protegiendo los derechos de las mujeres y de los facultativos.
Hablando de Navarra, ¿hasta cuándo apoyarán a la derecha?
Nosotros no apoyamos a la derecha en Navarra. En las elecciones autonómicas el PSN fue la tercera fuerza más votada tras UPN y Nafarroa Bai. Nosotros concurrimos a las elecciones con la intención de liderar un verdadero cambio en Navarra, y no obtuvimos el respaldo suficiente de los navarros. No contamos, por tanto, con la fuerza necesaria para entrar en un Gobierno con Nafarroa Bai y poder desarrollar nuestro programa. Por tanto, hicimos lo que teníamos que hacer y yo creo que cada vez son más los navarros que comprenden ahora aquella decisión. Por otra parte, el PSN no apoya ni sustenta el Gobierno de Sanz, sino que cumple con el papel que le otorgaron los navarros el pasado mes de mayo. Le diré que el cambio ya ha comenzado en Navarra. Empezó en las últimas elecciones cuando decidimos liderar una oposición exigente. Si hacemos las cosas bien, y estoy seguro de que lo haremos, seremos capaces de gobernar en Navarra después de las próximas elecciones autonómicas.
A la jerarquía católica española le dan ustedes, de cuando en cuando, pellizcos de monja, pero no avanzan de verdad en cuanto al laicismo y, sobre todo, en cuanto a la separación de la Iglesia católica y el Estado. El Gobierno socialista traga, mientras la COPE los insulta cada día varias veces. ¿Cómo ha de entenderse esta situación?
No puede perderse de vista, porque así lo recoge nuestra Constitución, que la Iglesia católica es la confesión mayoritaria en España y, por tanto, el Gobierno debe tener una especial sensibilidad hacia ella, como así ha sido. Dicho esto, el Gobierno ha dado pasos en esta legislatura hacia la autofinanciación de la Iglesia. Frente a los ataques de determinados sectores de la Jerarquía, creo que hemos sido meridianamente claros: no admitimos que se ponga en tela de juicio las leyes que salen del Parlamento, porque son la expresión máxima de la voluntad de los ciudadanos. Así se lo hicimos saber a la Conferencia Episcopal y al Nuncio del Vaticano en España. El Gobierno respeta y respetará a la Iglesia, pero ese respeto debe ser mutuo.
¿Ha echado en falta, básicamente en la lucha contra ETA, una derecha digamos civilizada o moderada, con sentido de Estado? ¿Cree que llegará un día en el que España, respecto a su derecha, podrá equipararse a la media europea?
Es lo que más he echado en falta esta legislatura; que la oposición no haya tenido el sentido de Estado que debería haber tenido para apoyar al Gobierno en la política antiterrorista. Hemos asistido a algo que nunca hasta ahora había sucedido en democracia, como es el hecho de la utilización partidista que el PP ha hecho del terrorismo. Se ha utilizado la política antiterrorista como elemento de confrontación y ataque al Gobierno. Ha sido de una deslealtad absoluta. Fíjese que antes que yo, todos mis antecesores, tanto Suárez, como Felipe González, como Aznar, dialogaron con ETA, y todos tuvieron el apoyo de la oposición. Incluso cuando el PSOE estaba en la oposición, nunca se le ocurrió pedirle explicaciones a Aznar, ni por los acercamientos de presos, ni por las excarcelaciones, ni por llamar a ETA Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Nunca se le hizo el más mínimo reproche; tuvo un cheque en blanco por nuestra parte. En cualquier caso mi obligación era intentar la paz y eso es lo que hice. Sobre la reflexión que me hace de la derecha española y la europea, le diré que, efectivamente, a esta derecha radical que tenemos en España le queda mucho por aprender de sus colegas europeos. En mi opinión no hay otra derecha tan rancia y crispadora en Europa en este momento.
¿Es el PP heredero del franquismo?
Yo creo que en el PP hay muchos y grandes demócratas. Es obvio que algunos de sus dirigentes han evolucionado poco en los últimos años y viven demasiado anclados en el pasado. Es también cierto que algunos de ellos como Jaime Mayor Oreja incluso se han atrevido a justificar y hasta a elogiar el franquismo. Pero, en fin, estoy convencido que más pronto que tarde España tendrá una derecha a la europea que es lo que reclaman muchos ciudadanos.
Defina, por favor, a Mariano Rajoy como político.
Prefiero que sean los españoles los que le definan en las urnas el día 9.
¿Qué le ha causado más quebraderos de cabeza: la memoria histórica, el Estatut, la ley de matrimonios entre parejas del mismo sexo, la asignatura Educación para la Ciudadanía o el proceso de paz brutalmente truncado por ETA?
Ha habido en esta legislatura motivos por los que nos podemos sentir muy satisfechos. Especialmente por leyes como la Igualdad, la Dependencia, el matrimonio homosexual, o la propia Educación para la ciudadanía, una asignatura necesaria con la que el PP ha hecho la demagogia más burda posible. Pero también, efectivamente, hay algún sin sabor, y el más amargo, sin duda, ha sido no haber podido lograr el fin de la violencia porque los terroristas prefirieron elegir el camino equivocado.
La economía va bien, pero no tanto como estaba a finales del verano pasado. Se empeñó, sin embargo, en no adelantar las elecciones, viendo como se veía que había nubarrones negros en el cielo de la economía mundial y, por ende, de la española. ¿Por qué es usted tan terco?
No es cuestión de terquedad sino de integridad política. Mi compromiso con los españoles era para 4 años. Ese fue el contrato que firmé con los ciudadanos, y ese es el que he cumplido. Tengo por principio cumplir, como he demostrado en esta legislatura, con la palabra dada y, créame, que cuando uno tiene la responsabilidad de Gobierno debe atenerse a los compromisos con los ciudadanos, antes que a los supuestos beneficios del cálculo electoral. El ventajismo y el oportunismo político lo dejo para otros.
¿Cuánto de crisis y cuánto de campaña mediática tiene la actual situación económica?
Mire, yo soy consciente de que ahora hay familias que tienen más dificultades económicas que antes. Aun así no se puede hablar de crisis pese al miedo que quiere sembrar el PP. Bueno ya se vio, todo el mundo pudo hacerlo, como el señor Elorriaga reconocía en un medio de comunicación extranjero que el PP intenta sembrar dudas en los ciudadanos sobre la realidad de la economía española…Pero en cualquier caso, ¿usted cree que alguien en su sano juicio puede decir que un país que crece al 3´8%, crea 3 millones de empleos, goza de las cuentas públicas más saneadas de la democracia, o tiene una Renta per Cápita superior a la de Italia, está en crisis?. Seamos serios. Lo que si hay, la estamos viviendo, es una etapa de desaceleración, de menor crecimiento, como consecuencia de las turbulencias financieras internacionales y como consecuencia también de la subida de los precios del petróleo. Pero los ciudadanos saben que estamos mejor preparados que nadie porque hemos crecido más que el resto de países, y porque hemos ahorrado como nunca se había ahorrado. Y esa buena situación de nuestras cuentas es la que nos permite ahora poder ayudar a las familias que más lo necesitan con medidas como la devolución de los 400 euros, o la gratuidad de los trámites de ampliación de las hipotecas. Rajoy puede seguir sembrando dudas y mintiendo a los españoles, pero la realidad y los datos son tozudos.
¿Hubiera preferido un PP liderado por Ruiz Gallardón en lugar de Rajoy? ¿Usted le ofrecería a Gallardón una cartera, en el caso de que abandonara, según insinúa a veces, la alcaldía de Madrid?
Bueno tengo que decir que Gallardón es un político de ideología bastante conservadora aunque, obviamente, los actuales dirigentes del PP le superan en mucho por la derecha. Respondiendo a su pregunta, hubiera preferido, sin duda, un PP moderado y no radicalizado, y que quien estuviese al frente de ese PP fuese una persona con sentido de Estado, con sentido de lo que es la lealtad institucional y, sobre todo, con sentido de responsabilidad política para el que no todo valiese como arma de oposición. Pero las cosas no han sido así…
“Zapatero es un traidor y no es digno de ser presidente”, ha sido una de las afirmaciones que sobre su persona ha realizado el presidente de la AVT. ¿Qué opinión le merece Francisco José Alcaraz?
Prefiero no opinar de alguien que se descalifica a sí mismo con afirmaciones de ese tipo. Siempre he mostrado mi más profundo respeto por las víctimas del terrorismo y sus asociaciones, aun cuando éstas han sido críticas con el Gobierno.
¿Por qué le odian tanto y tanto las víctimas del terrorismo mayoritariamente integrantes de la AVT? ¿No le ha faltado a usted algún gesto de conciliación respecto a ellas?
Yo siempre he tenido el máximo respeto y el máximo afecto por las víctimas del terrorismo.
¿Volvería a ordenar la retirada de las tropas españolas de Irak?
Sin ninguna duda. España nunca debió estar en aquella guerra ilegal en contra de lo que deseaban los ciudadanos españoles. Me comprometí a retirarlas si ganaba; lo hice, y lo volvería a hacer. Estoy orgulloso de haber cumplido ese deseo de los españoles que era retirar las tropas de Irak. Me divierte mucho que ahora Rajoy me acuse de apoyar esa guerra, tal y como hizo en el último debate.
¿Qué diferencias hay entre su familia y el concepto de familia que defienden los obispos españoles?
Las sociedades han evolucionado mucho en las últimas décadas. Lo han hecho todas y la española, evidentemente, también. Ahora hay muchas formas de convivencia y todas deben ser respetadas. Todas deben contar con los mismos derechos puesto que cuentan con las mismas obligaciones..
¿Qué pasará ahora, si CiU tiene la llave para hacerle o no a usted presidente del Gobierno de España?
No aventuremos los resultados de este domingo. Mi proyecto pasa, repito, por obtener una mayoría suficientemente amplia como para que el Gobierno de España sea enteramente socialista.
¿Es usted un patriota? ¿Cuál es su modelo de Patria?
Algunos tienen un curioso concepto del patriotismo. Al PP, por ejemplo, se le llena la boca hablando de España y son los que se dedican a crear división entre ciudadanos y confrontación entre comunidades. Se les llena la boca de España, y la desprestigian en el extranjero cuando pueden. Se les llena la boca de España, y siembran dudas, como han reconocido, sobre la economía o la inmigración por puro interés partidista. Desde luego esa actitud para mí es la antítesis del patriotismo. Es un patriotismo de hojalata como ya he dicho alguna vez. Ser patriota es lo contrario de todo esto y hacerlo sin alardes y con humildad. Es, por poner un ejemplo, defender en un foro internacional a José María Aznar porque fue un presidente democráticamente elegido por los españoles, es lograr que los ciudadanos tengan más derechos y libertades, o, se es patriota poniendo a tu país al lado de la paz y no en guerras ilegales.
Frente a la inmigración, ¿no parece usted demasiado blandengue? ¿No es más eficaz la mano dura que el llamado buenísimo?
Permítame que le diga que no creo que la inmigración sea una cuestión con la que se pueda frivolizar. No creo que sea cuestión de buenismos, como dice, ni de manos duras. Es una cuestión de respeto a las personas. Antes que un inmigrante y antes que un ilegal, lo que hay son personas. Parece que a veces nos olvidamos de eso. Pero mire, el PP llevó a cabo 5 procesos de regularización que realizaron con requisitos muy poco exigentes. Nosotros asumimos los 700.000 inmigrantes ilegales que el PP olvidó a su suerte, y lo hicimos con contratos de trabajo y con rigor. Hemos asumido la mano de obra que nuestra economía demandaba, y la aportación de esos inmigrantes al progreso económico de España en estos años ha sido decisiva. A partir de ahí, hemos llevado a cabo una política en este campo regida por la máxima de que la inmigración debe ser legal y ordenada, y de que quien entra en España de forma ilegal es repatriado, con todas las garantías que ofrece el Estado de Derecho, pero es repatriado. Hemos repatriado más inmigrantes de los que repatrío el PP. Lo hemos hecho respetando su dignidad como personas, y reforzando los convenios y la colaboración con los países de los que nos viene esa inmigración. Porque la clave, a mi juicio, está en la cooperación con esos países de los que escapan los inmigrantes. Hay que ayudar a que se desarrollen y tengan unas condiciones de vida digna que no empuje a sus habitantes a jugarse la vida por llegar a Europa. Eso es lo que hemos hecho, y esa es la línea que vamos a seguir en adelante.

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